Hola!

Bienvenidos! Somos un grupo de jóvenes que creen que es posible generar un sitio de inclusión, de formación, creación, producción y difusión de la cultura. Es por eso que creamos Centro Cultural Patas Arriba. Ofrecemos a todos los habitantes de la ciudad y sus alrededores talleres de iniciación y formación de expresión artística con el objetivo de acercar y desarrollar vocaciones e inquietudes con la idea de lograr, por estos medios, una mejora en la calidad de vida de la gente sumándose a proyectos colectivos.

Hoy tengo el honor de recibirlos con el primer texto de este sitio de difusión de ideas y debate donde todos podrán participar y opinar…aquí les dejo mi humilde bienvenida…

El oficio de escribir

Soy periodista, creo en mi oficio y creo en mi instrumento. Nunca pude entender por que mucha gente que escribe, mientras tanto declaran que escribir no tiene sentido en un mundo donde la gente muere de hambre. Nunca pude entender a los que convierten a la palabra en blanco de furias. La palabra es un arma, puede ser usada para bien o para mal: la culpa del crimen nunca es del cuchillo.La función de los escritores, sobre todo en estas latitudes, consiste es rescatar la palabra, usada y abusada con impunidad y frecuencia para impedir o traicionar la comunicación.

Galeano dice: “Libertad” es, en mi país, el nombre de una cárcel para presos políticos y “Democracia” se llaman varios regimenes del terror; la palabra “amor” define la relación del hombre con su auto y por “revolución” se entiende lo que un nuevo detergente puede hacer a su cocina y la “felicidad” una sensación que da comer salchichas. “Países en paz” significa en América Latina, “cementerio en orden”, y donde dice “Hombre sano” debe entenderse “hombre impotente”.

Desde la palabra es posible ofrecer, a pesar de la persecución y la censura, el testimonio de nuestros tiempos y de nuestra gente para el futuro. Podemos decir: “Estamos aquí, aquí estuvimos, somos así y así fuimos.”

Lentamente crece una nueva forma de escribir en nuestro territorio que no se propone enterrar a nuestros muertos sino a perpetuarlos, que se niega a barrer las cenizas y procura, en cambio encender el fuego. Quizás esta nueva forma de literatura pueda llegar a merecer la belleza de las fuerzas sociales que tarde o temprano, por las buenas o las malas, cambiaran el curso de la historia. Y quizás ayude a guardar a los jóvenes que vienen, como quería el poeta, “el verdadero nombre de cada cosa”.

LOS INVITO A PARTICIPAR DEL TALLER DE PERIODISMO PARA QUE JUNTOS PODAMOS RESOLVER ALGUNAS DUDAS DE CUAL ES NUESTRO ROL EN ESTOS TIEMPOS!

Andrés A. Álvarez

andresalejandroalvarez@gmail.com